Antes que nada quiero decirles que no fue una decisión sencilla, y personalmente no era la opción que más me atraía. Es un tema que discutí mucho con mi equipo y como en todas las decisiones difíciles cada alternativa tenían sus pros y sus contras.La razón que terminó de convencerme que debía pelear para ser candidato a Presidente y a Diputado Nacional fue que ambos lugares son esenciales para hacer de la Argentina un país en el que podamos educar a nuestros hijos, un país en el que podamos caminar por la calle sin miedo, un país que nos dé la oportunidad de trabajar y crecer. Está claro que ésta es la primera obligación del Presidente, y es por eso que quiero serlo. Pero también está claro que es la obligación del Congreso de la Nación.
El Congreso debería discutir y decidir cuestiones tales como en qué se gasta la plata de nuestros impuestos, si ahorramos o nos endeudamos, o si tenemos jueces independientes, por mencionar algunos ejemplos. Se gobierna desde el Poder Ejecutivo y desde el Poder Legislativo, aunque Kirchner hizo todo lo posible para concentrar él todo el poder. Es sano que cualquier Presidente tenga que escuchar a todos los argentinos a través de sus representantes en el Congreso, para que se gobierne para todos y no para un sector. Resumiendo, quiero mejorar la realidad de cada argentino desde el lugar que me den, desde la Presidencia o desde el Congreso de la Nación.
Un fuerte abrazo.
Ricardo
